El engaño y la mentira

Por: Daniel Carrizales Romero



Los seres humanos son capaces de mentir y engañar con el fin de lograr cumplir sus metas, obtener el poder.

En la obra el Rey Lear, del escritor inglés del periodo renacentista William Shakespeare, se encuentra a la mentira como un tema fundamental y una herramienta muy usual para conseguir lo que se quiere, usualmente esta se manifiesta a manera de traiciones.

La tragedia del Rey Lear trata acerca del rey de Bretaña, Lear, quien tiene tres hijas: Goneril, Regan y Cordelia. Lear decide que, debido a su vejez dividirá el reino entre sus tres hijas y sus ambiciosos esposos el duque de Cornouailles (esposo de Regan) y el duque de Albania (esposo de Goneril), Cordelia, por su parte aún es soltera, pero tiene como pretendientes al Rey de Francia y al duque de Borgoña. Lear decide preguntarle a cada una de sus tres hijas cuanto lo quieren para así decidir cómo dividirá el reino. Goneril y Regan, adulantes, le contestan lo que él quiere oir, contestan que lo aman más que a nada ni nadie, pero Cordelia responde honestamente, ella no puede traducir en palabras el amor que ella siente por su padre, no le puede mentir.

     «CORDELIA.-Desgraciada de mí, que no puedo elevar mi corazón hasta mis labios. Amo a vuestra majestad tanto como debo, ni más menos.
LEAR.- ¿Cómo, cómo Cordelia? Rectifica tu respuesta, si no quieres perder tu fortuna.»
(235)

Esto molesto demasiado a Lear por lo que él la deshereda y la destierra de su corazón, creyendo que el amor de sus hijas Goneril y Regan era verdadero. Cordelia se casa con el Rey de Francia ya que este tenía el camino libre pues el duque de Borgoña abandonó la puja porque Cordelia ya estaba desheredada.

Antes de partir con el rey de Francia, Cordelia deja entrever que conoce que sus hermanas mienten al declararle ese amor a su padre «Confieso que no poseo ese lenguaje meloso, ese arte de prodigar vanas palabras. (…) toda mi falta consiste (y esta privación es mi riqueza) en no tener un ojo ávido que sin cesar mendigue, ni una lengua que dista mucho de envidiar, aun cuando me cuesta la pérdida de vuestra ternura. » (238)

Lear decide que vivirá un mes con cada una de sus dos hijas y sus respectivos esposos. Goneril y Regan hablan acerca de que en realidad piensan que su padre es un viejo que ya no tiene un juicio firme de una manera despectiva lo que quiere decir que su amor por él no es como ellas se lo dijeron.

     «GONERIL.-Ya veis a cuántos caprichos se halla sujeta su vejez; de ello acaba de dar evidente prueba. Nuestra hermana menor era su predilecta, y de repente la destierra de su corazón y de su lado. Visible es la imbecilidad de su juicio.
REGAN.-Debilidades de la edad. Sin embargo, nunca se ha conocido bastante a sí propio.» (240)
Mientras tanto Edmundo, hijo bastardo del conde de Glocester le entrega una carta que él escribió a su padre inculpando a su hermano Edgardo de escribirla, la carta exponía los supuestos planes de Edgardo para matar a su padre lo que, evidentemente, resultó del desagrado de su padre por lo que posteriormente desterró a Edgardo, todo esto es parte de un plan de Edmundo para apoderarse de la herencia que corresponde a Edgardo. «Un padre crédulo, y un hermano generoso cuyo bondadoso natural es tan ajeno a la malicia, que no la sospecha en los demás. Su infantil sencillez se deja gobernar por mis mañas. Trazado está mi plan. Si mi nacimiento no me ha dado una herencia, conquistémosla por la astucia. El fin justifica los medios.» (245)

El conde de Kent regresa de su exilio pero disfrazado con la intención de servir al rey Lear, a base de mentiras logra hacer que este tenga confianza en su alter ego, pero lo hace con intenciones bondadosas. «Si logro también disfrazar mi voz y arrastrar mis palabras, tal vez mi honrado intento alcance el fin que me propongo.» (246)

Primero Lear se va a vivir con su hija Goneril y su esposo el duque de Albania. En la plaza frente del palacio Lear conversa con su bufón, quien le advierte que sus hijas traen algo entre manos que terminará por destruirlo. Él tenía razón, entra Goneril y Lear descubre que, ahora que tiene el poder, ya no tiene respeto por él, así que se va de su casa.

Paralelamente en el castillo del conde de Glocester, Edmundo, engañando a Edgardo hace que este huya, no sin antes fingir un duelo, ya sin Edgardo, Edmundo se hace una cortada y pide auxilio para así engañar a su padre de nuevo, sigue su plan. «Si me hiciese un poco de sangre, lograría persuadirles de que acabo de sostener un combate terrible. (Se hiere el brazo.)» (256)

Llegan, peleando, Osvaldo, el intendente de Goneril, y el conde de Kent (como mensajero de Lear), con Regan quien enfadada por lo sucedido hace que le den un castigo a Kent lo que presagia el trato que tendrá Lear a su llegada. Cuando Lear llega y encuentra a Kent amarrado este manda a llamar a Regan y a su esposo quienes lo reciben sin respeto por su autoridad, alegando que es viejo, luego se les une Goneril y ellas lo echan del palacio, obligándolo a vagar por el bosque junto con Kent y su bufón.

Estos llegan a una cabaña donde se encuentran con Edgardo disfrazado como Tom, quien oculta su verdadera identidad por temor a que lo atrapen por las mentiras de Edmundo que aún desconoce, incluso logra engañar a su padre cuando este llega a socorrer a Lear. «Mientras aún soy libre, buscaré el medio de conservarme. Se me ocurre la idea de disfrazarme bajo la forma más abyecta y pobre (…) Ser eso, todavía es algo; mientras que siendo Edgardo, nada soy.» (263)

El conde de Glocester y el rey de Francia deciden ayudar a Lear, así que Edmundo, el único en el palacio que lo sabía, se lo dice al conde de Cornouailles y a Regan para poder así tomar su lugar como conde de Glocester. Goneril, Regan y sus dos esposos mandan a traer a Glocester y le sacan los ojos por querer ayudar a Lear, además le confiesan la traición de su hijo Edmundo y que Edgardo es inocente y lo echan a la calle.

El duque de Albania pelea Goneril por los actos que ha cometido, además Goneril se le insinúa a Edmundo demostrando que su vida es una red de mentiras y engaños. « ¡Querido Glocester mío! ¡Cuánta diferencia de uno a otro hombre! A ti pertenece el corazón de una mujer. Mi imbécil marido usurpa la posesión de mi persona.» (289)

En ese momento ambos se enteran que el duque de Cornouailles ha muerto por la herida que le provocó el criado. Goneril decide que ahora que Regan es viuda se dispondrá a buscar el amor de Edmundo para lograr sus fechorías. En Douvres, Francia Cordelia está intentando curar a su padre de la locura que ha ido desarrollando a pesar de que este la echo, demostrando que su amor por él es real.

Edgardo le confiesa a su padre que ha sido él quien lo ha estado ayudando y no Tom, Osvaldo llega a matar a Glocester por órdenes de Regan pero Edgardo lo mata y saca de él una carta en la que Goneril intenta convencer a Edmundo de matar al duque de Albania y convertirse en su esposo.

Se produce la batalla entre el ejército francés y el ejército de Edmundo en donde toman prisioneros a Lear y Cordelia, y bajo órdenes de Edmundo los mandan a matar en secreto. El duque de Albania acusa de traición a Regan, Goneril y Edmundo y llama a un retador que quiera pelear con Edmundo y Edgardo responde. Goneril envenena a Regan y luego se suicida por amor a Edmundo. Edmundo, moribundo, confiesa que en esos momentos están matando a Lear y Cordelia, así que tratan de salvarlos pero llegan tarde, Cordelia está muerta, Kent le confiesa que ha sido el quien lo ha seguido fielmente y más tarde Lear con Cordelia en brazos.

Se puede notar que las mentiras no siempre son con intenciones malvadas sino que también hay, aunque en menor proporción, intenciones benévolas e incluso se utiliza como herramienta de defensa propia.

En esta obra se produce cierta similitud entre las historias del conde de Glocester y sus hijos y la del rey Lear y sus hijas ya que en ambas, la mentira y los engaños por obtener el poder son temas principales además de que uno de sus hijos es noble y leal a su padre.

Bibliografía
Shakespeare, William. El Rey Lear. México: Porrúa, 2011. (PP. 233 – 314) 


¿Qué elementos tienen en común las cuatro obras?

La influencia femenina



En las obras Macbeth, Las Alegres Comadres de Windsor, El Rey Lear y Ricardo III de William Shakespeare se encuentran como tema en común la influencia que tienen los personajes femeninos en los personajes masculinos en sus decisiones.

A lo largo de estas historias se puede notar que los personajes femeninos tienen gran importancia e influencia en los hombres desde ser simplemente usadas como un escalón para obtener lo que se desea hasta ser manipuladoras y manejar a los varones hasta el punto de ser ellas quienes toman gran parte de las decisiones de estos personajes que, incluso, algunos son los personajes de más importancia en la trama del libro.

La obra Ricardo III trata acerca del hermano del rey Eduardo, Ricardo, quien esta celoso de su poder y felicidad, por lo que decide que conseguirá el trono cueste lo que cueste, será capaz hasta de matar por lograr su cometido. Ricardo manipula a Lady Ana para que se casé con él con el propósito de usarla como un escalón más para llegar al trono.

     « (…) me casaré con la más joven de las hijas de Warwick. Que aunque asesiné a su esposo y a su padre, el camino más corto para satisfacer a la muchacha es servirle de padre y marido. Lo que haré, no tanto por amor, como por otro secreto fin que guardo, el cual debo alcanzar desposándome con ella.» (Ricardo III, 6)

Las Alegres Comadres de Windsor, trata acerca de un hombre con problemas financieros, Falstaff, quien, para salir de su situación se propone enamorar a la señora Ford y la señora Page quienes son esposas de dos caballeros residentes en Windsor: Mr. Ford y Mr. Page. Debido a que ellas son las que manejan el dinero de sus maridos, por lo que son, además, bastante influyentes en las decisiones de sus esposos. « (…) Me propongo enamorar a la esposa de Ford. (…) Corre la voz de que es ella quien maneja los cordones de la bolsa de su marido. Tiene legiones de ángeles en oro sellado.» (Las Alegres Comadres de Windsor, 93)

En la obra de El Rey Lear se presenta la situación de que, al dejarles Lear el poder a sus dos hijas mayores, estas pueden hacer lo que les plazca con el reino, la gente, sus súbditos, criados, mensajeros, sus esposos e incluso con él mismo, su padre, él las ha posicionado en lo más alto de la pirámide del poder, por lo que influyen no solo en las decisiones de un hombre, sino de un reino entero. Prueba de ello es cuando estas tratan mal a Lear cuando va a sus casas y terminan por echarlo del palacio y repudiarlo, aun cuando él es el rey, su padre y que, aunque al esposo de Goneril, el duque de Albania, no le agradaba el trato que ellas daban a su padre, no pudo hacer absolutamente nada pues ellas eran la máxima autoridad ahí.

Aquí se presenta un fragmento de cuando el bufón de Lear le advierte sobre las fechorías que tramaban sus hijas y el peligro de que estén al poder.

     « (…) Cuando has hendido tu corona por el medio, repartiendo sus dos mitades a derecha e izquierda, llevaste tu asno en hombros a través del barro. Pocos sesos había en la mezquina corona de tu cráneo, cuando has dado tu corona de oro. (…)  a tus hijas las hiciste tus madres; pues cuando les pusiste tu cetro en la mano, como un bastón para apalearte, ofreciendo tú mismo tu espalda a sus golpes, (…)» (El Rey Lear, 249)

Finalmente, en la obra de Macbeth, también el poder femenino se hace presente de manera vistosa. La obra trata sobre Macbeth, quien es un general o señor escoces a quien un grupo de tres brujas le predicen que será rey de Escocia, su esposa Lady Macbeth se entera de este vaticinio y hará todo lo posible para que la profecía se cumpla, y así junto con Macbeth, obtener el poder, sin importar como. Para lograrlo ella convence a Macbeth de asesinar al rey Duncan a lo que él se oponía al principio pero Lady Macbeth termina por convencerlo de una manera muy astuta.

     « ¿Qué ha sido de la esperanza que te alentaba? ¿Por ventura ha caído en embriaguez o en sueño? ¿O está despierta, y mira con estúpidos y pasmados ojos lo que antes contemplaba con tanta arrogancia? ¿Es ese el amor que me mostrabas? ¿No quieres que tus obras igualen a tus pensamientos y deseos? ¿Pasarás por cobarde a tus propios ojos, diciendo primero: «lo haría» y luego «me falta valor»? Acuérdate de la fábula del gato.» (Macbeth, 9)

Pero Lady Macbeth no paro ahí, su ambición la llevó a seguir incitando a Macbeth a nuevos crímenes y manipulándolo como si de un títere se tratara.

Las mujeres tienen un protagonismo enorme en estas cuatro obras de Shakespeare ya sea como simples escalones como Lady Ana en Ricardo III o mujeres muy influyentes como las señoras Page y Ford en la comedia de las Alegres Comadres de Windsor e incluso como grandes y poderosas mujeres como Lady Macbeth o Goneril y Regan.

Bibliografía

  • Shakespeare, William. El Rey Lear. México: Porrúa, 2011. (PP. 233 – 314) 
  • Shakespeare, William. Las Alegres Comadres de Windsor. México: Porrúa, 2012. (PP. 87 – 137) 
  • Shakespeare, William. Macbeth. México: Porrúa, 2012. (PP. 3 – 38) 
  • Shakespeare, William. Ricardo III. Recuperado de: http://uacmwillshakespeare.files.wordpress.com/2011/02/la-tragedia-de-ricardo-iii.pdf

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