El olvido y recuerdo de los dioses en el Popol Vuh
Por: Daniel Carrizales Romero
Literatura
Entrega: 17 de febrero de 2015
Introducción
El hombre ha demostrado olvidar a sus
seres creadores. Este se olvida de recordar a sus dioses de varias maneras y
esto los hace enojar por lo que existen consecuencias negativas hacia las
personas de parte de sus deidades.
En la obra Popol Vuh se encuentran claras referencias
al olvido y el recuerdo de los seres creadores o dioses. Una de las acciones
más castigadas por las deidades es el desconocimiento y la desacreditación hacia
ellos. Ya que no reconocerlos significa la ingratitud hacia los seres que les
brindaron la vida a los hombres, y esto se traduce en un castigo debido a que
estos fueron creados con el propósito de adorar a sus creadores.
El olvido se define como «Cesación de la memoria que
se tenía.», «Cesación del afecto que se tenía.» o bien «Descuido de algo que se
debía tener presente.». El olvido es una acción involuntaria que consiste en
dejar de recordar, o de guardar en la memoria, información adquirida o también se
le puede llamar así, en este caso, a la acción
de dejar de alabar o de agradecer de cierta manera a quien alguna vez fue su
benefactor.
La obra Popol
Vuh, también conocida como el «Libro
del consejo», es una recopilación de narraciones históricas y míticas del
pueblo maya quiché de Guatemala. En este libro se narra desde el origen del
universo hasta la fundación del pueblo y su historia.
Las narraciones referidas en el Popol Vuh en la civilización Maya prehispánica servían como una guía
de acción para los individuos y pueblos, una guía para saber qué hacer y qué no
hacer, saber lo que es correcto y lo que no lo es desde un punto de vista
religioso. Para los antiguos mayas era, en comparación, lo que para la religión
católica es La Biblia, o más específicamente lo que es el Pentateuco para las
religiones abrahámicas.
Actualmente la importancia del Popol Vuh, radica más que nada en el entendimiento y la comprensión
del pasado, el formarse en el mundo como personas con más cultas, con más sabiduría
y entendimiento del presente a través de entrar, partiendo del libro, en la
mente de la antigua civilización quiché. Además expandir tu mente, abrirla a un
universo de posibilidades y enseñanzas que el pueblo maya a través de la persona
encargada de su autoría ha dejado para las futuras generaciones.
Desarrollo
El olvido a los dioses y otras entidades superiores se
manifiesta de distintas maneras a lo largo de la obra como por ejemplo cuando
los dioses intentaban incesantemente crear a un ser, un ser como ningún otro,
un ser que pudiera adorarlos y alabarlos, crearon a los animales pero estos no podían
hablar y por lo tanto tampoco los podían alabar por lo que fueron condenados a
matarse y comerse entre ellos.
« ¡Hablad,
invocadnos y saludadnos! Pero aunque les fue mandado esto no pudieron hablar […]
por lo que fueron ultrajados y desechadas sus carnes, y de esta suerte son
comidos y muertos todos los animales…» (pp. 8-9)
Fue entonces cuando decidieron crear al hombre, el primero de barro se destruyó, su segundo intento fue hecho de madera pero estos hombres no tenían alma ni entendimiento, no se acordaban de su Creador. Por esto fueron destruidos por una gran lluvia de resina y torturados de horribles y diferentes maneras por los animales, los objetos y el planeta en general. «Anduvieron sobre la tierra sin acordarse del Corazón del Cielo […] Entonces el Corazón del Cielo castigó al hombre de madera […] Todo esto fue en castigo y pena de haberse olvidado de sus Madres y Padres» (pp. 10-13)
Después de la derrota de los señores de Xibalbá a
manos de Junajpú e Xbalamqué, el Ajaw Tepew y el Ajaw K’ucumatz decidieron
continuar sus esfuerzos por crear a un hombre que pudiese adorarlos, decidieron
hacerlo de maíz blanco y amarillo, estos eran inteligentes y sabios, y tenían una
visión magnifica. Pero hombres así compiten con los dioses por su poder y
entonces ya no los adoran y los olvidan,
por lo que les limitaron sus poderes, su sabiduría y todos los
conocimientos. Con esto se debe entender que para que exista un equilibrio
ningún ser debe ser igual o superior a los dioses y este tiene que adorarlos y
mostrar gratitud.
«Grande fue
la sabiduría de los primeros hombres, vieron todo en cuanto en el mundo había y
acabaron por saberlo todo. No les pareció bien a los creadores ver que los
hombres sabían tanto. El Corazón del Cielo les hechó vaho de su boca en los
ojos, por lo que pudieron ver únicamente lo que está cerca» (p. 105)
El olvido se manifiesta también como actos de soberbia
actos de engrandecimiento personal actos que dan a los dioses a entender que dentro
del individuo ya no existe respeto hacia ellos y por lo tanto que se tiene un
recuerdo vacío de los creadores.
Esto fue lo que le sucedió a Wucub K’aquix quien junto
a sus hijos Zipacná y Cab Rakán eran consumidos por su soberbia, vanagloriándose
sobre ser el Sol y la Luna de la humanidad, cuando esta no existía en la tierra,
además de presumir sus riquezas y su
poder sobre las montañas. «Todos tres manifestaron su soberbia. Parecióles mal
a los dos muchachos llamados Junajpú e Xbalamqué, por lo que dispusieron
matarlos.» (p. 18)
Los dioses sabían que el ser tan vanidosos y creerse los
seres más esplendidos del universo significaba que ya no adoraban ni reconocían
que las deidades eran más poderosos que ellos, que se habían olvidado de ellos,
por ello planearon su destrucción. Los Héroes gemelos (como se les llama a los
semidioses Junajpú e Xbalamqué), enviados por El Corazón del Cielo, hirieron a
Wucub K’aquix y este cayó, cuando lo iban a matar, este le arrancó el brazo a
Junajpú y huyó, confirmando que ya no tenía respeto ni reconocimiento por los
seres superiores a él. Los dioses
acudieron con dos sabios ancianos en busca de ayuda y estos castigaron a Wucub
K’aquix cambiando sus dientes por granos de maíz y sacándole los ojos, acabando
con su vanidad, llegando su muerte. «…se fueron los dos muchachos, los cuales
hicieron esto por mandato del Corazón del Cielo.» (p. 23). Así también Zipacná
y Cab Rakán fueron destruidos por su soberbia.
Un ejemplo más de olvido es el de los pueblos que
quieren terminar con los sacrificios a los ídolos por parte de los primeros hombres,
estos, al final, terminan siendo eliminados por Tojil.
Pero, contrario a esto si se recuerda a los dioses ya
sea adorándolos o defendiéndolos, estos te ayudaran si lo necesitas como por
ejemplo cuando Junajpú e Xbalamqué, hijos del dios Jun Junajpú y la joven Xquic,
decidieron aceptar bajar con los señores de Xibalba para poder vengar a su
padre y a Wukub Junajpú y además liberar a la tierra de la presencia de estos
seres.
Cuando se encontraban durmiendo en la casa de los murciélagos
en el Xibalbá, cumpliendo con lo que los señores de Xibalbá les ordenaban, a
Junajpú se le ocurrió ver si ya había amanecido, por lo que sacó la cabeza y el
murciélago Camazotz se la cortó, pero Xbalamqué llamó a los animales
para ayudar y le hizo a la perfección una cabeza nueva a su hermano con una
tortuga ya que así lo pidió el Corazón del Cielo, esto con el propósito de
engañar a los señores de Xibalbá para su futura destrucción.
«A lo último vino Coc, la tortuga, balanceándose y
dando vueltas a un lado y otro para
caminar. Tomóla Xbalamqué y labró de ella la cabeza de Junajpú, la cual salió
perfecta después de hacerle la boca y ojos. Esto fue hecho con mucha sabiduría
porque así lo dispuso Uc’ux Caj, el Corazón del Cielo.» (p. 92)
Otro ejemplo de cómo no olvidar a los dioses es cuando
los pueblos comenzaron a hacer ofrendas, ídolos de madera y piedra y a hacer
sacrificios de sangre, gente y animales para Tojil y el resto de los idolos,
para agradecer y pedir por fertilidad, fuego, etc.
«Se
horadaron las orejas y los codos atravesándoselos con palos, y esta fue la
señal de su agradecimiento hacia los dioses.» (p. 118)
«Los
sacrificadores ofrecían a Tojil la sangre de la garganta de los animales, la ponían
en la boca del ídolo y hablaba la piedra.» (p. 123)
«Los
sacrificadores y adoradores […] sacrificaban a la gente que robaban de los
caminos y ofrecían su sangre a Tojil, Awilix y Jacawitz.» (p. 128)
Conclusión
El propósito de los dioses a la hora de la creación era
el encontrar algún ser que pudiera adorarlos, les tomó cuatro intentos para que
por fin poder haber creado un ser capaz de agradecerles y adorarlos, el hombre.
Los otros tres intentos sufrieron castigos y exterminaciones, incluso el cuarto
intento, el hombre de maíz, fue limitado y desperfeccionado. Aun así existieron
pueblos que querían eliminar los sacrificios que los dioses pedían y por esta razón
fueron castigados.
El olvido se manifiesta también a través de la soberbia ya que esta limita a los
seres a ver más allá de su propia vanidad por lo que olvidan a los dioses. Por
lo que no se debe caer en la arrogancia y la soberbia, se debe aceptar a los
dioses sin desconocerlos de lo contrario serás castigado y humillado.
Si se recuerda a los dioses estos te ayudaran si lo necesitas,
se puede recordarlos a través de ofrendas, oraciones, sacrificios o bien luchando
por ellos.
En el libro Chac
Mool de Carlos Fuentes se aprecia que el personaje principal, Filiberto, lleva
una figura Chac Mool a su casa, pero este cobra vida y comienza a tomar el
control sobre Filiberto quien por un momento decide rendirse ante él, sabiendo
que es un ser superior. «El Chac Mool está acostumbrado a que se le obedezca,
desde siempre y para siempre; yo, que nunca he debido mandar, sólo puedo
doblegarme ante él.» (Fuentes, Carlos Chac
Mool). El Chac Mool también lo obliga a servirle o desatara su furia contra
él, por lo que Filiberto huye pero muere. Esto se relaciona con el no olvidar
ni dejar de servir a tus dioses ni siquiera si han pasado miles de años.
En el cuento La Noche
Boca Arriba de Julio Cortázar se puede apreciar que en una de las
realidades del protagonista este se encuentra en las Guerras Floridas siendo
perseguido con el propósito de ser sacrificado para los dioses, quienes exigen
sacrificios para poder ser adorados, lo cual expone una similitud entre la
cultura Azteca y la Maya en el Popol Vuh.
El hombre olvida recordar a sus dioses de diferentes
maneras. El olvido es una de las acciones más castigadas por los dioses ya que
cuando se pierde su memoria se estaría incumpliendo el principal motivo
por el que el hombre fue creado: la adoración.
Bibliografía
· Cortázar, J. La Noche Boca Arriba. Recuperado de:
http://www.ucm.es/data/cont/docs/119-2014-02-19-Cortazar.LaNocheBocaArriba.pdf
· Fuentes, C.
(1954). Chac Mool. Recuperado de: http://www.seg.guanajuato.gob.mx/Ceducativa/CDocumental/Doctos/2012/Mayo/22052012/ChacMoolCarlosFuentes.pdf?Mobile=1&Source=%2FCeducativa%2F_layouts%2Fmobile%2Fview.aspx%3FList%3Dd06d80f9-29e3-47c3-8724-aee7386b7e9a%26View%3Dfc33569e-a3d4-4deb-95c2-8cd7ea3b4d8a%26RootFolder%3D%252FCeducativa%252FCDocumental%252FDoctos%252F2012%252FMayo%252F22052012%26CurrentPage%3D1
·
Olvido, www.rae.es/
·
Popol Vuj, http://es.wikipedia.org/Popol_Vuh
·
Quichés, I.
(2007). Popol Wuj. Argentina: Porrúa.
Comentarios
Publicar un comentario