El popol vuh y su relación con la moral Quiché

Luis Genaro Córdoba de León

Martes 17 de febrero del 2015


Dentro del popol vuh, el libro de los consejos se encuentran aspectos que marcaron los valores del pueblo Quiché. Y que ayudo a unificarlos como pueblo incluso después de que se les impusiera otra religión.

Empecemos definiendo que son los valores, los valores son:” son principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento en función de realizarnos como personas. Son creencias fundamentales que nos ayudan a preferir, apreciar y elegir unas cosas en lugar de otras, o un comportamiento en lugar de otro. También son fuente de satisfacción y plenitud.”(1)
Con esto en mente podemos decir que el pueblo Quiche creaba y fundamentaba sus valores a partir de los mitos como se ve en el popol vuh.

El hombre y naturaleza

Como primer concepto tenemos la estrecha relación del hombre y la naturaleza ya que en un principio los dioses antes de crear a los hombres crearon un espacio en donde pudieran coexistir.
Entonces dispusieron la creación y crecimiento de los árboles y los bejucos y el nacimiento de la vida y la creación del hombre. Se dispuso así en las tinieblas y en la noche por el Corazón del Cielo, que se llama Huracán.
(…)
¡Hágase así! ¡Que se llene el vacío! ¡Que esta agua se retire y desocupe [el espacio], que surja la tierra y que se afirme! Así dijeron. ¡Que aclare, que amanezca en el cielo y en la tierra! No habrá gloria ni grandeza en nuestra creación y formación hasta que exista la criatura humana, el hombre formado. Así dijeron. (2, p.29-30)

Todo estaba preparado pero antes de crear al hombre se crean los animales, primero para que adoren a los dioses y como no pudieron se convirtieron en parte de la naturaleza.

Pero no se pudo conseguir que hablaran como los hombres; sólo chillaban, cacareaban y graznaban; no se manifestó la forma de su lenguaje, y cada uno gritaba de manera diferente.
Cuando el Creador y el Formador vieron que no era posible que hablaran, se dijeron entre sí: — No ha sido posible que ellos digan nuestro nombre, el de nosotros, sus creadores y formadores. Esto no está bien —, dijeron entre sí los Progenitores.(2, p.32)

Ahora vemos que el hombre es creado primero de barro, luego de madera y finalmente de maíz, esto refleja que el hombre es parte de la naturaleza ya que fue echo de ella y que los errores tienen que regresar a ella.

(…) De tierra, de lodo hicieron la carne [del hombre]. Pero vieron que no estaba bien, porque se deshacía, estaba blando, no tenía movimiento, no tenía fuerza, se caía, estaba aguado, no movía la cabeza, la cara se le iba para un lado, tenía velada la vista, no podía ver hacia atrás. Al principio hablaba, pero no tenía entendimiento. Rápidamente se humedeció dentro del agua y no se pudo sostener. (2, p.33)

Entonces hablaron y dijeron la verdad: — Buenos saldrán vuestros muñecos hechos de madera; hablarán y conversarán vuestros muñecos hechos de madera, hablarán y conversarán sobre la faz de la tierra.

 ¡Así sea! — contestaron, cuando habla ron.

Y al instante fueron hechos los muñecos labrados en madera. Se parecían al hombre, hablaban como el hombre y poblaron la superficie de la tierra.
Existieron y se multiplicaron; tuvieron hijas, tuvieron hijos los muñecos de palo; pero no tenían alma, ni entendimiento, no se acordaban de su Creador, de su Formador; caminaban sin rumbo y andaban a gatas. 

En seguida fueron aniquilados, destruidos y deshechos los muñecos de palo, recibieron la muerte. (2, p.35)

A continuación entraron en pláticas acerca de la creación y la formación de nuestra primera madre y padre. De maíz amarillo y de maíz blanco se hizo su carne; de masa de maíz se hicieron los brazos y las piernas del hombre. Únicamente masa de maíz entró en la carne de nuestros padres, los cuatro hombres que fueron creados.(2, p.100)


Respeta la palabra de los mayores (superiores)
Viendo desde otra perspectiva los acontecimientos nos dicen otro valor, el cual se refiere a respetar la palabra de los mayores, primero tenemos a los animales que por no poder venerar a sus creadores son condenados a comerse entre sí.

Todavía hay quienes nos adoren, haremos otros [seres] que sean obedientes. Vosotros aceptad vuestro destino: vuestras carnes serán trituradas. Así será. Esta será vuestra suerte-. Así dijeron cuando hicieron saber su voluntad a los animales pequeños y grandes que hay sobre la faz de la tierra. (2, p.32)

Con los seres de barro sucedió algo muy similar pero ellos en comparación con los animales fueron destruidos.

Al principio hablaba, pero no tenía entendimiento. Rápidamente se humedeció dentro del agua y no se pudo sostener.

Entonces desbarataron y deshicieron su obra y su creación.

Con los hombres de madera paso algo diferente ya que ellos tenían todas las cualidades de un hombre pero no lo eran ya que no tenían lo que nosotros conocemos como alma, lo que si tenían era inteligencia y por eso mismo se olvidaron de sus creadores y eso era desobediencia ya que fueron creados principalmente para que alaben, veneren y recuerden a los dioses creadores y por eso fueron muertos y los que sobrevivieron se convirtieron en monos que representa esta similitud con el hombre pero que al mismo tiempo son tan diferentes.

Existieron y se multiplicaron; tuvieron hijas, tuvieron hijos los muñecos de palo; pero no tenían alma, ni entendimiento, no se acordaban de su Creador, de su Formador; caminaban sin rumbo y andaban a gatas. 

En seguida fueron aniquilados, destruidos y deshechos los muñecos de palo, recibieron la muerte.

Una inundación fue producida por el Corazón del Cielo; un gran diluvio se formó, que cayó sobre las cabezas de los muñecos de palo.

(…) no hablaban con su Creador, su Formador, que los habían hecho, que los habían creado. Y por esta razón fueron muertos (2, p.35)

Y dicen que la descendencia de aquellos son los monos que existen ahora en los bosques; éstos son la muestra de aquellos, porque sólo de palo fue hecha su carne por el Creador y el Formador. (2, p.36)

Con esto demuestro que el pueblo Quiché tenía mui arraigada esta idea de obedecer a sus mayores, en este caso a los dioses y que si no es así tendrás un castigo.

Del caos al orden.

Continuando con los microrrelatos veremos tres figuras que se podrían representar con el mal y los pecados por así llamarlos.

Estas figuras eran Vucub-Caquix, zipacná y cabracan.

Heme aquí, yo el sol”, decía Vucub-Caquix. “Yo hice la Tierra”, decía zipacná. “Yo sacudo al cielo, trastorno a toda la tierra”, decía cabracan. (2, p.39)

Estas tres entidades representaban la soberbia, ambición, vanidad y desmesura y por tener estos pecados estas tres entidades fueron destinadas a la muerte.

 Así fue decidida la muerte [de los tres], su pérdida, por los engendrados. (2, p.39)
Cuando estas tres entidades mueren hacen una representación de que el bien triunfa sobre el mal, (del caos pasa al orden) ya que estos pecados crean un estado caótico en el hombre, por eso antes de que el hombre definitivo se creara tenían que deshacerse de ese caos en la tierra y así el hombre crecería sin estos pecados, esto implica que vivirán en la sencillez y humildad.

La rencarnación, vida y muerte

Con el micro relato siguiente se nota que el pueblo Quiché tiene una visión diferente la muerte ya que ellos la aceptación (la muerte es solo un paso para la reencarnación).

Vemos como los hermanos Hunahpú e Ixbalanqué se enfrentan cara a cara con los dioses de la muerte que en este caso se representan con los señores de Xibalba a los cuales vencen gracias a su astucia.

Así, pues, fueron vencidos los señores de Xibalbá por Hunahpú e Ixbalanqué. Grandes fueron los sufrimientos [de éstos] pero no murieron de todo lo que se les hizo. (2, p.83)
Después de derrotar a la muerte (señores de Xibalba) ellos mueren, pero aun así gracias a que los señores de Xibalba arrojaron sus restos al rio pueden reencarnar y observamos cómo no se le tiene miedo a la muerte.

(…)los Xibalbá molieron los huesos, fueron a esparcirlos en el río; pero [los huesos] no fueron lejos y descendieron a] instante al fondo del agua, en donde se volvieron unos bellos adolescentes, de los cuales en verdad se manifestaron de nuevo los rostros.

Al quinto día se mostraron, pues, de nuevo, y fueron vistos en el agua por los hombres. Semejantes a dos Hombres-Peces aparecieron. (2, p.91)

Al haber reencarnado lograron sacrificar a los señores del Xibalba y asi le ganaron nuevamente a la muerte.

Principal Muerto: “Haced [lo mismo] con nosotros, sacrificadnos”; [así] dijeron Hun-Camé y Vucub-Camé, a Hunahpú e Ixbalanqué. “Muy bien. Vuestros corazones revivirán. (2, p.95)
Con esto puedo reafirmar que el pueblo quiche adopto a la muerte como si fuera uno con ella.





Conclusión
Para finalizar digo que el pueblo Quiche es un pueblo en donde la clave de la vida es estar en armonía con lo que te rodea ya sea haciendo sacrificio para los dioses, buscar la sabiduría, asimilando a la muerte  o siendo gentil con la naturaleza.

Me centrare más en el último “siendo gentil con la naturaleza” ya que en nuestra sociedad actual nuestros valores son diferentes a los de aquel entonces pero aun así seguimos con ciertas similitudes, por desgracia hemos creado una ruptura entre la naturaleza y el hombre y pienso que en ese aspecto nuestra civilización tiene mucho que aprender de nuestros antepasados.

Finalmente dejare una frase de un chamán de Guatemala

“Hay árboles que brotan, árboles que aparecen, dejémoslos ser, cuan felizmente brotan, quizá sea un lugar de descanso para las aves, quizá sea su lugar para regocijo, quizá sea su lugar para anida y nosotros lo cortamos, yo lo corto, afilo mi machete y lo corto.
Pero que pecado hay ahí, el árbol esta en pecado, cuan brillantemente crece y nosotros lo cortamos”(3)













Bibliografía
1.     Definición de los valores (2008). Recuperado de: http://elvalordelosvalores.com/definicion-de-los-valores/
2.     Antiguas leyendas del Maya Quiché (2009). Popol Vuh, México: Ediciones Leyenda
3.     RadioAMLO (27 de agosto del 2010). Mercedes de la Garza la cultura Maya UNAM 2/2                         .                      recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=C8f0d18F8HE
4.     Valencia Solanilla, César. Ciencias Humanas. Recuperada de: http://www.utp.edu.co/~chumanas/revistas/revistas/rev20/valencia.htm
5.     Visión Ética de la naturaleza Maya (2008). Recuperado de
http://www.revistas.ucr.ac.cr/index.php/herencia/article/view/10059/9461

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