La adoración a los Creadores en el Popol Vuh
Por Noemí Sánchez Blanco
Tesis
a defender: El pensamiento mágico que el hombre ha utilizado para tratar de explicar ciertos fenómenos manifestados en
la naturaleza se narra en el caso de la ideología maya, en donde la creación de
las creaturas depende de la adoración al Padre K’ucumatz, y al dios Tepew, para
invocarlos y alabarlos, creando así normas éticas de convivencia entre los
hombres y su alrededor.
Sacrificio maya |
La adoración significa, de acuerdo a la
Real Academia Española: «reverenciar con
sumo honor o respeto a un ser, considerándolo como una cosa divina.»
También puede significar: «Amar con
extremo». Este significado nos remonta a la prehistoria, en donde el hombre
comienza a darse cuenta que sus ancestros mueren y por primera vez surge el
concepto de “vida”. Después de darse cuenta de la inmortalidad, el hombre se
cuestiona de donde surge la vida y a donde van nuestros ancestros después de la
muerte, así comienzan los mitos y los
ritos de adoración, confiando primero en los elementos de la naturaleza, como
el sol, la luna y la lluvia, de todas las fuerzas naturales las más importantes
son la del sol (en la ideología maya Kinich
Ahau) y la luna (en la ideología maya Ixchel)
ya que los pueblos nómadas cazadores y recolectores adoraban a la luna debido a
que mejoraba la caza y coincidía con el periodo de ovulación de la mujer prediciendo cuando una mujer es fértil
observando las fases lunares, por lo que le atribuían el buen abastecimiento de
alimento y la fertilidad humana. Tiempo
después, cuando los pueblos comenzaron a asentarse para comenzar con una vida
de sedentarismo, empiezan a adorar al sol porque se le atribuía la subsistencia
de la vida brindada por su energía. Después
pasaron a dioses más complejos que surgen conforme al avance social y cultural de
cada civilización, como el dios de la guerra (Ek Chuah en la ideología maya).
Desarrollo
El Popol Vuh es un relato épico que se basa
en las leyendas de la civilización maya-quiché y habla sobre la creación del mundo, el hombre y
su distribución en el territorio maya. Se presume que este texto está influenciado por algunos sacerdotes españoles quienes en su
evangelización ayudaron a conservar lo más posible la cultura indígena.
En este texto se presenta la creación del
mundo maya. Antes de todo, existían dos dioses, Tepew y K’ucumatz, los
creadores de la vida y El Corazón del cielo. Ellos formaron la Tierra, las plantas y los
animales; sin embargo deseaban que hubiese un ser para adorarlos y así empieza
la creación. Al ver los creadores que los animales no podían invocar ni alabar
su nombre, ya que sólo consiguieron graznidos y aullidos: «[…] no pudieron hablar como los hombres sino que chillaron,
cacarearon y gritaron», decidieron crear al hombre. El poder de la palabra
otorgado, por los progenitores a los animales tiene sentido, si es que éstos
son capaces de "decir sus nombres", alabarlos, invocarlos y
adorarlos. La incapacidad que presentan los animales de nominar a sus creadores
provoca que éstos piensen en hacer otros seres que, en antítesis con los
anteriores, sean obedientes. Primero, «de
lodo hicieron la carne», pero veían que sus palabras no eran elocuentes y
que se deshacía en el agua por lo tanto lo destruyeron, como narra la primera
parte del Popol Vuh: «Los dos formadores hicieron un cuerpo de
barro, pero era pesado, sin movimiento, y como el lodo estaba blando todo se
desmadejaba […] no tenía entendimiento y se deshacía en el agua», en el segundo intento, «fueron hechos los muñecos labrados en madera», pero tampoco
funcionaron porque no recordaban a los que les otorgaron vida y cuidaban de ellos, sus creadores y
formadores: «al punto fue hecha de madera
la imagen del hombre […], pero salieron tontos, sin corazón ni entendimiento.
Anduvieron sobre la tierra sin acordarse del Corazón del Cielo.» Finalmente
el hombre fue hecho de maíz: «de maíz
amarillo y de maíz blanco se hizo su carne; de masa de maíz se hicieron los brazos
y las piernas del hombre.»(Tercera parte, capítulo I)
En el Popol
Vuh se hace mención a los gemelos
Junajpú y Xbalamqué, después de haber derrotado a los señores de Xibalbá, ellos
murieron pero averiguaron la forma en la que podían renacer. Conforme transcurre la historia los ciclos dejan de ser contados pero se da a
entender que la muerte continúa al igual
que el renacer. Los gemelos murieron y
renacieron del río y luego en el cielo contribuyeron a la germinación del maíz.
Al hablar de la muerte se tiene que es un auto-sacrificio; al morir la persona
beneficia a los seres del futuro y su vida continúa en ellos. Esta parte del
texto hace referencia a una de las normas éticas, la cual es que la muerte
traerá vida después de ésta, por ejemplo en el caso de los frutos: es necesario
que estos mueran y den sus semillas para producir nuevos frutos; así también se
pensaba en la ideología maya, que el hombre necesitaba morir para poder dar nueva
vida a los seres del futuro. De esta manera se rescata parte de la
justificación por la cual se hacían los sacrificios. Por otra parte el Popol Vuh menciona que el sacrificio a
los ídolos comienza cuando “envidiosos” de Ilocab, una tribu Quiché,
promovieron la guerra con el objetivo de matar al Rey Cotujá, descendiente de
los hijos de los cuatro primeros hombres, citando: « en Izmachí, creció la costumbre de sangrarse delante del dios. […]
Este fue el principio de las guerras y disensiones y el principio de los
sacrificios de los hombres ante el ídolo. »
Otro aspecto importante sobre la adoración
en la obra es el juego de pelota porque representa los orígenes del universo y
pretende expresar los mitos de la creación del hombre y otros fenómenos
astronómicos. Éste es un rito de iniciación, muerte y renacimiento que legitima
la acción militar y el poder político, es un mito en torno a dos partidos de
Juego de Pelota que oponen a los señores de Xibalbá (el inframundo), con dos pares
de gemelos -los primeros fueron Jun Junajpú y Wukub Junajpú, y los segundos, que eran hijos de
Jun Junajpú, Junajpú y Xbalamqué- que se
enfrentan a los Señores Xibalbá señores del inframundo, teniendo con los
primeros gemelos una derrota y con los segundos un triunfo. Esto se refiere a
que en el juego de pelota se plasma el mito de los Señores de Xibalbá contra
los gemelos y existe una composición en dos tiempos, dos campos, dos partidos,
una derrota y una victoria para cada campo.
En el caso de las oraciones se cita que:
«Las oraciones
formaban un elemento esencial del ritual maya, y la ayuda de los dioses se
buscaba en todo género de actividades, en la adivinación, profecía y
horóscopos, en los ritos de la pubertad y del matrimonio, en toda clase de
ceremonias generales, para librarse de dificultades, y para reprimir al diablo
que las causaba, para conseguir la maternidad para una mujer sin hijos, para
expulsar a los espíritus malignosantes de comenzar cualquier ceremonia, para
evitar la sequía y las plagas de langosta que producían el hambre, la
enfermedad, el robo y la discordia y cambios dinásticos y jerárquicos que
conducían a la guerra, y para tener éxito feliz en toda clase de empresas,
agricultura, caza, pesca, comercio». (G Morley, Sylvanus. “La civilización
maya”)
Estas
oraciones se acompañaban de danzas y cantos que eran parte importante de los
rituales mayas y también se mencionan en el Popol Vuh:
«Empezaron sus bailes y sus cantos,
acudiendo todos los del Infierno a verlos» y «Así, después, ellos cantaron sus canciones de despedida. Los cuatro se
fueron juntos y comenzaron a cantar, sintiendo tristeza en sus corazones; y sus corazones lloraban
cuando cantaban el camucú, ellos cantaban esa canción cuando se despedían de
sus hijos.» (Popol Vuh parte IV)
Tanto hombres como mujeres tenían sus danzas
en particular en las cuales expresaban situaciones como la muerte, las guerras,
la creación, etc.
En cuanto al ayuno y la abstinencia
sexual, se menciona en el Popol Vuh que los Ajawab o Señores tenían que
practicar estas cosas por el bien de sus vasallos en señal del dominio que se
tenía sobre ellos y pedían por su bien y
de todo el reino, durante el tiempo de ayuno no dormían con sus mujeres: «No estaban ociosos los Ajawab, sino que ayunaban
muchas veces por sus vasallos, practicaban la abstinencia con sus mujeres y
hacían muchas penitencias y oraciones ante el dios y postrados ante él quemaban
su pom.»
Conclusión
La razón de ser de la Creación es el
hombre, él es el centro del Universo. Esto, explicitado en el texto, es
reiterado en tres de los capítulos de la primera parte y en los diez que
componen la tercera. Los restantes seis
capítulos de la primera parte, además de toda la segunda parte del texto maya,
están dedicados a ilustrar las normas éticas de convivencia de los hombres
entre sí y en relación a sus formadores.
No obstante el hombre debe venerar a los
dioses creadores antes que cualquier otra cosa, asunto que sigue observándose
en la actualidad al practicar alguna religión o creer en los elementos de la
naturaleza y la fuerza que éstos brindan.
Cabe destacar que varios autores contemporáneos
mostraron su punto de vista sobre el
proceso de evangelización que sufrieron las culturas prehispánicas, que fue
heredado como parte importante para el desarrollo social y cultural de las
civilizaciones. Todos estos aspectos incluyen la cosmovisión de las culturas y
los ritos realizados a los seres guía, la adoración.
En el caso de Carlos Fuentes, en el texto
del Chac Mool, hace mención del gran impacto que tuvo la conquista en las
formas de adoración:
«Si no fuera
mexicano, no adoraría a Cristo, y... No, mira, parece evidente. Llegan los
españoles y te proponen adores a un Dios, muerto hecho un coágulo, con el
costado herido, clavado en una cruz. Sacrificado. Ofrendado. ¿Qué cosa más
natural que aceptar un sentimiento tan cercano a todo tu ceremonial, a toda tu
vida? […] El cristianismo, en su sentido cálido, sangriento, de sacrificio y
liturgia, se vuelve una prolongación natural y novedosa de la religión
indígena.» (Fuentes, Carlos. Chac Mool)
Este
choque de culturas tuvo como resultado el sincretismo en la religión católica,
adorando a dioses indígenas ocultos en la simbología española.
También el autor Julio Cortázar hace
referencia a otra de las normas éticas, el sacrificio humano: « El
olor a guerra era insoportable, y cuando el primer enemigo le saltó al cuello
casi sintió placer en hundirle la hoja de piedra en pleno pecho. Ya lo rodeaban
las luces y los gritos alegres. Alcanzó a cortar el aire una o dos veces, y
entonces una soga lo atrapó desde atrás.» (Cortázar, Julio. La noche boca
arriba.)
Estos dos grandes autores muestran la trascendencia que ha tenido la literatura
prehispánica en la actualidad, siendo un reflejo de las costumbres que hemos
heredado, especialmente de la adoración a los dioses.
Bibliografía:
Cultura Maya.
(s.f.). Recuperado el 14 de Febrero de 2013, de :
http://es.wikipedia.org/wiki/Cultura_maya
Jones, D. M. (2007). El retorno maya: El Hacer un
ciclo del Popol vuh . Recuperado el 14 de febrero de 2015, de :
https://pendientedemigracion.ucm.es/info/especulo/numero37/popolvuh.html
PUENTES, P. H. (2001). Oralidad y teatralidad en el
Popol Vuh. Recuperado el 14 de febrero de 2015,:
http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-68482003002800005
Ramzy R. Barrois y Alexandre Tokovinine. (s.f.). EL
INFRAMUNDO Y EL MUNDO CELESTIAL. Obtenido de
http://www.famsi.org/reports/03101es/03barrois_tokovinine/03barrois_tokovinine.pdf
Resumen del Popol Vuh. (s.f.). Recuperado el 14 de febrero de 2015, de
Resumen del Popol Vuh:
http://www.ejemplode.com/41-literatura/1869-resumen_del_popol_vuh.html
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