Tengo mis razones para que me quieran: ¿Como es que terminé asi?

¡Ya basta! Me encuentro cansado, merodeando por las calles de la desdicha, siendo fiel a quien alguna vez me dio todo, a quien ahora me ha dejado a merced del viento. Aún recuerdo aquellos días cuando respiraba el aire fresco del hogar, un aire impregnado con el dulce olor de su perfume. Yo, un cachorro como cualquier otro, recibí todo lo que un can podría desear. ¿Cómo es que terminé así? Seré viejo pero soy exactamente el mismo de antes, después de todo tengo mis razones para que me quieran.

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