«El Mundo de Ayer» de Stefan Zweig: La expresión de “ser” judío en la obra de El Mundo de Ayer

«El Mundo de Ayer» de Stefan Zweig: La expresión de “ser” judío en la obra de El Mundo de Ayer
Por: Andrea Flores Zmery
Feche: Jueves 18 de febrero de 2016
«Se vivía bien, se vivía fácil, en aquella vieja Viena…»
Stefan Zweig (1881-1942)


 El mundo de ayer es uno de los más conmovedores y atractivos testimonios de nuestro pasado inmediato. Zweig nos cuenta su mundo de la seguridad, su edad de oro hasta el anhelo de un mundo utópico. Su rechazo a la realidad lo conduce al suicidio poco después de terminar esta novela, incapaz de encontrar consuelo en un mundo y una sociedad a la que desconoce. Zweig recuerda, empapado de nostalgia, la seguridad de ese mundo de ayer, de aquella sociedad judía tan estable en un bella y rica Viena, de su cultura y su gran contribución a esta gran Austria, que alguna vez los acogió con drama, cantos, melodías y letras, hallándose tranquilos y felices, viviendo bien, viviendo fácil.
Palabras clave: Seguridad, testimonios, cultura, judío, sociedad.


The world of yesterday is one of the most touching and attractive testimonies to our immediate past. Zweig tells us his world of security, its golden age until the yearning for a utopian world. His rejection of reality of the situation leads to his suicide shortly after completing this novel, unable to find consolation in a world and a society that unknown to him. Zweig recalls, soaked in nostalgia, the security of that world of yesterday, of that stable Jewish society in a beautiful and rich Vienna, of their culture and their great contribution to a great Austria, they ever welcomed them with drama, songs, melodies and letters, being calm and happy, living well, living easy.
Key words: Security, testimonies, culture, Jewish, society.


Le monde d'hier est un des plus touchants et attrayants témoignages de notre passé immédiat. Zweig nous compte de leur monde de la sécurité, leur âge d'or jusqu'à l'aspiration à un monde utopique. Leur rejet de la réalité lui conduit au suicide peu après la fin de ce roman, incapable de trouver un réconfort dans un monde et une société qu’il ne connaît pas. Zweig rappelle, imbibé de nostalgie, la sécurité de ce monde d'hier, de cette société juive aussi stable dans un magnifique et riche Vienne, de sa culture et de sa contribution à cette grande Autriche, qu'une fois les a accueilli avec drame, chants, mélodies et des lettres, en se découvrant tranquilles et heureux. Ils vivent bien, ils vivent facile.
Mots clés : Sécurité, témoignages, culture, juives, société.







L
os judíos estaban por todas partes. Estaban por toda Europa. Nueve millones de judíos habitando territorio europeo. Ellos controlaban variedad de asuntos y eran dueños de varias cosas. Por ejemplo, en la segunda mitad del siglo XIX se inició en Austria la etapa de la revolución industrial. Escribe Zweig, que los telares mecánicos llegaron desde Inglaterra y originaron un abaratamiento enorme del producto, comparado con el trabajo hecho a mano. Fueron los comerciantes judíos en Austria los que reconocieron la necesidad de renovar y reconocer el avance tecnológico con dichas máquinas. Los judíos «fundaron, generalmente con escaso capital, fábricas rápidamente improvisadas, movidas al principio nada más que con fuerza hidráulica, y que paulatinamente se extendieron hasta convertirse en la poderosa industria textil que dominaba a toda Austria  y los Balcanes.» (Zweig, p. 7)[1]                                                                    Con este extracto del libro, nos ilustra el autor el ingenio de los judíos, que aunque sea solo un ejemplo, existen muchos más.
Los judíos ven hacia el futuro y dan un paso hacía los tiempo nuevos, tiempos que se avecinan, llenos de cambios y son capaces de adaptarse sin grandes dificultades.
El padre de Zweig, llevado por el auge de la revolución industrial, fundó en el norte de Bohemia, a los treinta años de edad, una fábrica de textiles pequeña que al pasar el tiempo se convirtió en una empresa respetable.
En el libro, el autor habla de épocas, y el padre de Stefan perteneció a una época llamada Safety First, que como su nombre lo indica, la seguridad va primero, prefiriendo por ejemplo, tener una empresa pequeña pero sólida a pedir créditos bancarios o hipotecas. Una vida estable y sin deudas era la que se apreciaba para el judío de la segunda mitad del siglo XIX.
El pertenecer, en esos tiempos y en los actuales, a una buena familia, era primordial para los judíos. Esa separación constante de gente “fina” y gente “ordinaria” componían el tema principal para alguna conversación familiar y social. Para Zweig, de niño le parecían ridículas esas clasificaciones ya que, al final la gente había procedido, algunos años antes o más tarde, del mismo guetto[2] judío. El significado dentro de esa costumbre de llamar a la gente por su descendencia es que es parte de la cultura judía, «representaba una de las tendencias más íntimas y misteriosas del carácter judío.»  (Zweig, p. 9) Igualmente, como es pensado parte de la cultura judía, es su objetivo de llegar a ser rico.
Stefan Zweig describe a Viena como la ciudad de los deleites. La cultura era esculpir, desde la materia más tosca de la vida lo más delicado, fino y sutil, quedando al final con el arte y el amor. En la sociedad vienesa era primordial cultivarse en la música, en el teatro, en el baile, en las pláticas y las maneras honorables y simpáticas. No les preocupaba los asuntos políticos, militares, comerciales o deportivos, no les preocupaba salir por las mañanas a recoger el periódico y leer las noticias, sino ir a ver la cartelera del teatro y cuales nuevas obras iban a llegar a la ciudad. La vida pública era sumamente valiosa. Zweig describe que el fanatismo por el teatro llegaba a ser grotesco, provocando llantos cuando alguna gran actriz fallecía que parecía una propiedad colectiva, incluso impedir la destrucción de algún teatro, haciendo huelga quedándose sentados en sus asientos hasta mucho tiempo de terminado el concierto u obra. En el Instituto (colegio vienés), Zweig cuenta que le fastidiaba, a él, a sus compañeros, y probablemente a las generaciones próximas de él, asistir. Sus conocimientos eran, muchas veces y en los últimos años, mayores a los de los enseñantes. Ellos no querían ir a la Instituto, su mente y espíritu estaba con la poesía y la música y la literatura. Contrababan libros en clase, memorizaban y comprendían poemas de Paul Válery, faltaban al colegio diciéndose estar enfermos para ir y hacer cola y adquirir boletos para una obra teatral en la ciudad, escribían poesía y frecuentaban los cafés vieneses para hablar noticias de la cultura de última hora y estar actualizados para cualquier reciente publicación que se avecinara.
La cultura unificaba a toda Viena. Evidentemente, llena de marcadas clases sociales. Viena estaba separada por capas pero al mismo tiempo, extrañamente unida. Iba desde la casa imperial, la alta nobleza. Le seguía la buena sociedad que estaba conformada por la nobleza menor –como los funcionarios de gobiernos, las familias antiguas y los industriales- y al final, la pequeña burguesía y la clase trabajadora. La ciudad y sociedad entera “coincidía en esa sensibilidad para todo lo colorido, resonante y festivo, en ese gusto para todo lo teatral como forma refleja y variación de la vida, ya se presentase en el escenario, ya en la realidad” (Zweig, p. 14)
La asimilación de los judíos en diferentes culturas fue diferente para con Austria. La adaptación al pueblo es indiscutiblemente importante para un judío, no solamente para una protección del exterior, “sino también una necesidad profundamente intrínseca” (Zweig, p. 16). En ese país hallaron, según Zweig, una misión personal. En Austria se felices, tranquilos de no sentirse extraños, sino unidos a la cultura del medio ambiente. La sociedad judía era la que llenaba teatros y conciertos, la que compraba los libros y las pinturas, la que visitaba las exposiciones y la cual era impulsora y triunfadora de lo nuevo y fresco. Se ve el amor al arte como un deber común.  “…el judaísmo vienés había llegado a ser productivo en lo artístico, aunque de ningún modo de una manera específicamente judía, sino dando la expresión más intensa a lo austriaco, a lo vienés.” (Zweig, p. 18)



[1] Todas las citas recolectadas hacen referencia a la novela de Zweig, S., (2008). El mundo de ayer. Editorial Porrúa
[2] La palabra gueto nombra cualquier lugar donde residiera solamente un sector minoritario de la población, segregado por su condición social, racial o religiosa. Definición recuperada de Deconceptos.com, (n.d.). Concepto de gueto - Definición en DeConceptos.com














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